El caso de Mel Capitán

LOS ECOLOGISTAS, LAS REDES Y LA CAZA

(FEDERCAZA-18-3-2028)

Los cazadores ya estamos acostumbrados a recibir toda clase de insultos o improperios, a cual más grueso, del sector ecologista, dicho sea en forma amplia. Los ataques más furibundos se produjeron con motivo del suicidio de Mel Capitán (q.e.p.d.), tuitera, cazadora y federada.
Por tal motivo, la Real Federación Española de Caza presentó una querella criminal contra 92 personas, entre otras muchas, que en las redes sociales se enfangaron en el odio, las injurias, las calumnias y los insultos contra los cazadores. Presentada la querella, resumo a continuación los resultados de las dos Sentencias penales, la del Juzgado de Instrucción nº 17 de los de Madrid (13-10-2017), cuya titular es doña Mónica Aguirre de la Cuesta, y la de la Audiencia Provincial de Madrid (auto de 8-3-2018), cuya ponente fue la Magistrada Suplente, doña Josefina Molina Marín:

ECOLOGISTAS Y ANIMALISTAS EN LAS REDES SOCIALES.

Esto es lo que dijeron de la caza y de los cazadores, y así se recoge en las Sentencias (la transcripción es literal):
-“Que se pudra (Mel Capitán) en el infierno y su desgraciada alma no encuentre nunca el descanso ella hizo de los bosques un infierno para los animales que mató ahora que el resto de sus existencia sea un infierno para ella” (Roberto Ferro).
-“Una vez se lo dije…terminarás por pegarte un tiro por cabrona…y ya vez…una asesina menos. Ahora espero que todos los cazadores siguen su ejemplo y se vayan a pudrir al infierno” (LImberto Cm Alf).
-“Me alegro que haya una asesina menos! No me da pena. Su muerte le hace un bien al mundo” (Gala Carolina).
-“la pena esk no se suicidara antes la hija de puta lastima” (Arántzazu León Sánchez).
-“Y ahora estás muerta, jaja ja Groovy”.
-“Cazador muerto abono pal huerto” (Katty Von Cherry).
-“¡Una menos! A tomar por culo¡¡¡” (María Lucía Sánchez).
-“Una hija de puta menos¡ Que felicidad tengo desde ayer” (Sonia Pérez Pérez).
-“Ya te estás pudriendo el infierno maldita psicópata jajajajaja ja (Fito Solórzano).
-“Tienes tu sitio junto al diablo, asesina (z_svala).
-“Tomate un café con Blesa, asesina” (Joseby Blas).
-“Quien mata animales por placer hace lo mismo con las personas, son sicópatas, no tienen respeto por la vida de nadie. A los cazadores como a los pedófilos debería tenerlos bajo vigilancia, están mal de la cabeza y del alma…”
-…Yo propongo matar y degollar a todos estos putos cazadores, total solo sirven para hacer el mal. Ojala se maten todos de la misma manera que esta tía”.
-“…la mayoría su carencia de respeto no la limitan a la vida de los animales, el perfil general es de derechas, machista, ultracatólico, racista y homófobo…”.
-“… os odio hasta el punto de querer mataros uno a uno con mis manos…”·
-“La sociedad os detesta y poco a poco os iréis extinguiendo…”.
-“Púdranse los cazadores de mierda…”
“… escoria de la humanidad…borrachuzos asesinos…les cortaba yo la cabeza…matar los toros es asesinar …como matar personas…hago fiestas cuando revienta una de estas mierdas…ojala se suicidaran todos los malditos cazadores, asesinos…manada de enfermos mentales, hijos de puta malparidos…matar y degollar a todos los putos cazadores”.

CONTENIDO DE LA QUERELLA

La Real Federación Española de Caza, con acierto indudable, fundamentaba su querella en los siguientes delitos:
-Delitos de odio.
-Delitos de calumnias.
-Delitos de injurias.
-Delitos de amenazas.
¿Acaso no hay odio, calumnias, injurias y amenazas en los textos transcritos? Que nuestros lectores juzguen.

 

LO QUE HAN DICHO LOS JUECES

  1. Anticipemos que los jueces han dicho con toda claridad y contundencia que aquí no hay nada de nada, que ecologistas, animalista y demás no han cometido ninguno de esos delitos, que tan vomitivas manifestaciones están amparadas en la libertad de expresión. ¿Cómo reaccionarían los jueces si a ellos los “calificaran, eso sí, genéricamente” –y lo copio de lo transcrito más arriba- como racistas, homófobos, putos, machistas, psicópatas, pedófilos, asesinos, hijos de puta, cabrones, mierdas, escoria, borrachuzos, malparidos, enfermos mentales, etc.? Pues debieran reaccionar muy bien, porque estas no son, según ellos, “imputaciones claras, ofensivas y concretas que excedan de los límites tolerables”, y, además y en todo caso, estarían amparadas en la libertad de expresión.
  2. No hay delito de odio porque no hay incitación a la violencia contra los cazadores y porque no hay llamamiento a la acción, ni siquiera implícito, de forma que se produzca una situación de riesgo. ¿Ah no?
  3. No hay delito de calumnias porque el tema de la caza es actualmente polémico (¿cómo el de la justicia, quizá?) sobre el que existen voces contrarias a su existencia (¿algunas de estas voces serán de Sus Señorías, pregunto?). En un Estado democrático –dicen estos jueces- existe la libertad de expresión, y las manifestaciones efectuadas en esta polémica social deben interpretarse en este contexto. Para que exista el delito de calumnias –siguen dichos jueces- deben imputarse hechos delictivos concretos, no la “calificación genérica” como asesinos.
  4. No hay delito de injurias, sencillamente –dicen los togados- porque no hay “imputaciones claras, ofensivas y concretas que excedan de los límites tolerables”. O sea, a ver si lo pillo, llamar a una persona o a un grupo de ellas racistas, homófobos, putos, machistas, psicópatas, pedófilos, asesinos, hijos de puta, cabrones, mierdas, enfermos mentales, escoria, borrachuzos malparidos y demás lindezas son imputaciones inconcretas e inofensivas que no exceden de los límites tolerables. Habrá que revisar el Diccionario de RAE.
  5. No hay delito de amenazas porque aquellas expresiones no pretenden causar un mal a los cazadores, de tal manera que no ocasionan una repulsa social indudable. Por supuesto, los jueces que han firmado estas sentencias entienden que las siguientes expresiones no pretenden causar un mal a los cazadores: “Yo propongo matar y degollar a todos estos putos cazadores… os odio hasta el punto de querer mataros uno a uno con mis manos…les cortaba yo la cabeza… ”.

¡Asombroso, Señorías, asombroso!

Ya sabéis, amigos cazadores, lo que somos y lo que pueden hacer con nosotros así que, como decía Quevedo, chitón, que Sus Señorías han hablado (lo de Sus Señorías no lo dijo Quevedo, lo digo yo). Y punto.
Ahora, eso sí, como para disculparse, Sus Señorías nos dicen también que las citadas expresiones resultan intolerables, reprochables moralmente, faltas de respeto, ofensivas e injustificables desde el punto de vista de la mayoría de la sociedad, pero que, sin embargo, no son delictivas, porque –y resumo- están amparadas en la libertad de expresión o ideológica.

Y siguen los de los ropones con puñetas (al diccionario) haciéndonos la pelota: La actividad cinegética es muy importante en su labor de protección del medio ambiente, mantenimiento y conservación de las especies cinegéticas, motor de riqueza para las zonas desfavorecidas, estando reconocida en el artículo 148 de la Constitución.
Pues yo, Señorías, amigos cazadores, para escribir lo que escribo –y me he quedado corto- también me amparo en la libertad de expresión, libertad que, al parecer, ampara la libertad de calumniar, injuriar y amenazar. Y punto.

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